De paso por Adelaida

Adelaida y su familia. Mujer del cerro, silenciosa y trabajadora. Con mucha humildad dedica su vida a su familia. Hace unos años era empleada de la escuela, y todas las mañanas nos acompañaba en el desayuno con algún té o matecito. Ahora esta sin trabajo y con algunos familiares enfermos, pero aún así se la ve fuerte, muy fuerte, se la ve feliz criando a sus hijos más chiquitos y soltando las riendas de los más grandes. Su casa está a una hora del pueblo, por el camino de Don Matías, una gran alegría tiene cada vez que la visitamos, sobre todo porque es la única visita que recibe en el año. Y algo muy lindo es volver y ver que tiene un hijito más.

Estos son algunos de sus hijos, bastante tímidos y callados, al rato ya quieren jugar y reírse...pero lo más difícil de todo según mi parecer es ganar la confianza de ese gordito de ahí abajo.

Para Adelaida la fuerza viene de estos pequeños